Tails, la distribución Linux que intenta mantener nuestra seguridad y privacidad, se sigue actualizando con todo tipo de características. Debemos tener en cuenta que continuamente se lanzan nuevas amenazas digitales, por lo que es normal que cada poco tiempo veamos cómo se van sucediendo diferentes versiones de los sistemas operativos que garanticen que no tendremos problemas de privacidad en el uso de los diferentes dispositivos.
Por todos es sabido que en las oficinas de Google se utiliza Linux como sistema operativo para realizar una parte de las operaciones. Concretamente, los empleados utilizan Goobuntu, un Ubuntu modificado con el fin de atender a las necesidades de la empresa. Sin embargo, eso va a cambiar próximamente. Los trabajadores comenzarán a usar gLinux, una nueva distribución Linux basada en Debian 10 Buster.
Hace muy pocos días informábamos de que el equipo de Tails Linux había lanzado la versión 3.4, con pocas novedades, aunque casi todo el trabajo enfocado en la seguridad. Pues bien, parece que el propio equipo tenía un as debajo de la manga, teniendo en cuenta que ya está disponible otra versión, Tails 3.5. Aunque en este caso las novedades son un poco mayores.
Ya sabéis que Tails es una distribución Linux principalmente enfocada en la seguridad y privacidad. De hecho, es utilizada por activistas y personas de las que no se puede saber si identidad real. Su funcionamiento se basa en el uso de la red Tor, junto a algunas herramientas adicionales que resultan de interés para cumplir los objetivos propuestos. La nueva versión 3.4 ya está disponible, por lo que os recomendamos echarle un vistazo a las novedades que se umplementan.
Parece que el último lanzamiento de Ubuntu 17.10 no ha sentado bien a algunos usuarios, quienes han visto cómo sus equipos se han estropeado de la noche a la mañana. Y es que, tal y como están afirmando muchos de ellos, la última actualización del sistema operativo daña la BIOS de los equipos, dejándolos sin mayor uso. El problema para algunos es curioso.
Tails no necesita carta de presentación: una distribución Linux centrada en la seguridad y el máximo anonimato posible en Internet. Los últimos ataques a la privacidad de la información han provocado que sus desarrolladores se estén dando cada vez más prisa en el desarrollo de nuevas versiones. Y es que los paquetes que incluye también se ven obligados a actualizarse de una manera más frecuente, intentando evitar las vulnerabilidades que se encuentran.
El paso a los 64 bits se está realizando de una manera mucho más rápida de lo que podríamos pensar. Si hace unos años esta arquitectura era minoritaria, con solo algunos usuarios y ni siquiera un dolor de cabeza por el cambio, las últimas modificaciones en los sistemas operativos están obligando a realizar esta evolución de una manera, en ocasiones, abrupta. Tal es el caso de la próxima versión de Ubuntu.
Tails es una distribución Linux que se hizo bastante famosa hace unos años por la sencilla razón de que la usaban los expertos de seguridad con el fin de garantizar su privacidad en Internet. Nosotros le hemos ido siguiendo el rastro, mirando todas y cada una de las novedades que se han ido poniendo en marcha. Desde hace unos días está disponible la versión 3.1, con importantes novedades que deberíais saber.
Cuando escuchamos hablar de los ataques a la privacidad que han realizado las agencias de seguridad, los comentarios casi siempre se centran en teléfonos móviles y el sistema operativo Windows. Sin embargo, las garras de estos ataques han ido más allá, incluso a equipos en los que ni siquiera pensamos. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que Linux y Mac son dos sistemas operativos que no tienen una cuota de mercado especialmente grande. Aunque estos tampoco se salvan.
Hasta ahora, los que utilizábamos distribuciones Linux pensábamos que nuestro sistema operativo era infalible en todos los aspectos. No en vano, los pocos virus que se han publicado apenas han tenido efectos sobre el funcionamiento de los equipos. Existen muy buenas medidas de seguridad para evitar males mayores. Sin embargo, Wikileaks ha desvelado recientemente la existencia de un malware que, la verdad, nos ha dejado sorprendidos.
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