El desarrollo de videojuegos, una vuelta a todos los conceptos

Hace años, jugar a videojuegos era algo muy sencillo: insertábamos el DVD en la consola y ejecutábamos el proyecto. No había instalaciones (a no ser que jugáramos en ordenadores) ni actualizaciones. De hecho, la mayoría de proyectos se centraban en los modos offline para un solo jugador en el que vivíamos una historia particular. Eran muy pocas las ideas que se atrevían con los modos multijugador o con las competiciones.

Sin embargo, durante los últimos años el sector ha cambiado drásticamente en todos los sentidos. Por un lado, los videojuegos en los que priman los modos offline que ofrecen una historia se han reducido de forma salvaje, potenciando más los proyectos orientados a los modos multijugador online en los que competimos con otros jugadores y en los que tenemos que estar entrenando continuamente con el fin de ser los mejores del mundo.

Algo parecido sucede con los costes que invierten las empresas de desarrollo, los cuales han subido espectacularmente, además de requerir de equipos mucho más especializados con el fin de conseguir mejores resultados. También se han modificado las intenciones de las propias compañías: algunas parecen no seguir peleando por ofrecer la mejor experiencia, sino la más competitiva.

A pesar de que las ideas básicas hayan cambiado, una de las intenciones se mantiene: la de conseguir que nos divirtamos jugando a videojuegos. Y en todos estos cambios ha nacido un concepto que a día de hoy también es un completo éxito: las competiciones.

Videojuegos y competiciones, el nuevo espectáculo

Estamos seguros de que habéis visto cómo los videojuegos se han convertido en un deporte más. Incluso se organizan competiciones que son retransmitidas en los televisores de todo el mundo. Está claro que las empresas de desarrollo también piensan en los eSports como una nueva manera de conseguir más beneficios, además de divertir a la gente. Los videojuegos son el nuevo espectáculo.

El desarrollo de títulos jugables ha cambiado de la siguiente manera: de historias offline pasamos a competiciones online contra otros usuarios. De experiencias solitarias pasamos a proyectos que incluso forman una categoría deportiva y que, lo más importante, evolucionan continuamente en este sentido. Los grupos de jugadores ya no son grupos, sino equipos.

Teniendo en cuenta esto, no es raro que muchos de los antaño usuarios de videojuegos se hayan pasado al lado del desarrollo, poniendo en marcha sus propias ideas. Para conseguir esto también están disponibles grados y cursos que os enseñarán a convertiros en profesionales en cuanto al desarrollo de videojuegos. Por ejemplo, en DigiPen tienen grados en Diseño y Desarrollo de videojuegos, incluyendo Bellas Artes en Arte Digital y Animación, e Ingeniería informática en Simulación Interactiva en tiempo real. ¿Queréis desarrollar videojuegos? Cualquiera de estos grados os servirá.

¿Cual es el futuro de los videojuegos?

Por el momento, la industria está centrada en la creación de proyectos multijugador en línea que ofrezcan competiciones entre usuarios. Existen empresas que todavía siguen apostando por las experiencias monojugador, aunque cada vez son menos. En todo caso, queda mucho por decir en el sector.

No olvidéis que la cantidad de personas que se dedican al desarrollo de videojuegos sigue aumentando. Y si es vuestra principal diversión ¿por qué no os unís a algún equipo?

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